Sapo corredor (Epidalea calamita)


En la entrada de hoy tenemos al primer anfibio del blog, a parte de esto también es una entrada especial ya que la primera y la tercera foto de la publicación son cortesía de Saúl González, gran aficionado al campo y a la fotografía de naturaleza, podéis encontrar más fotos en su perfil de instagram "gurriato.campero" (@elgurriato.campero).

Dentro de los anfibios, encontramos dos grandes clasificaciones: los urodelos (anfibios con cola) como los tritones y salamandras y los anuros (anfibios sin cola) donde están las ranas y los sapos. El Sapo Corredor (Epidalea Calamita) estaría dentro del grupo de los anuros y pertenece a la familia bufonidae, la de los sapos. 


Se trata de un sapo de tamaño mediano, fuerte y rechoncho, con las glándulas parotoideas bastante marcadas. La coloración es muy variable ya que podemos encontrar ejemplares como en la primera foto con un moteado rugoso sobre un fondo más claro (esta es la coloración más habitual) o ejemplares mucho más uniformes como en la segunda foto, con tonos verdes oscuros o pardos. Una característica de identificación que presenta la mayoría es la línea vertebral de color claro que recorre la espalda. El nombre de corredor le viene por la forma de desplazarse, ya que se desplaza andando y no a saltos. 


En la foto anterior podemos ver un amplexo entre el macho y la hembra (abrazo nupcial), donde el macho es el de menor tamaño situado encima de la hembra. Pueden pasar bastante horas en esta postura y es cuando la hembra pone los cordones de huevos envueltos en una especie de gelatina, como se aprecia en la fotografía, y el macho los fecunda (fecundación externa). Los huevos los ponen en pequeñas masas de agua temporales, como charcos o pequeñas charcas. La eclosión se produce entre 5 y 15 días, momento en el que los renacuajos empiezan a metamorfosear hasta convertirse en sapos en miniatura.

Los adultos se alimentan principalmente de larvas de insectos, arañas, hormigas, lombrices, etc.. y los renacuajos mayormente son herbívoros.


El Sapo corredor ocupa gran diversidad de hábitats y está distribuido en la mayor parte de la península, tiene una actividad bastante nocturna pasando las horas del día oculto en galerías que excava el mismo o huecos que ya existen en el terreno. 

Aunque es una de las especies de sapos más comunes, los corredores presentan bastantes amenazas entre las que destacan las sequías prolongadas, debido a que ponen sus huevos en pequeñas masas temporales de agua y al secarse se produce gran mortandad de renacuajos y los atropellos, ya que cuando llueve durante su época de actividad, se producen gran cantidad de atropellos en las carreteras, reduciendo un poco la velocidad podemos evitar muchas de estas muertes. 

Retama de bolas (Retama sphaerocarpa)



Dentro de las especies de arbustos más significativos que forman el sotobosque de los pinares segovianos, encontramos las retamas, como es el caso de la Retama de bolas (Retama sphaerocarpa), perteneciente a la familia de las leguminosas, especie bastante común y conocida en este tipo de terrenos, así como en suelos pobres y degradados, en los cuáles tiene un papel muy importante como enriquecedora de suelos ya que es fijadora de nitrógeno atmosférico como muchas otras leguminosas.

Se trata de un matorral de porte alto que normalmente se presenta en brotes de cepa, de color verde claro, con ramas flexibles y alargadas. Cuenta con una raíz pivotante muy desarrollada que llega a gran profundidad. Sus hojas son caducas, simples, sentadas y permanecen muy poco tiempo en la planta, por lo que no es fácil verlas. La fotosíntesis la realiza a través de los tallos. Presenta las flores hermafroditas y amariposadas típicas de las leguminosas, de color amarillo y tamaño muy pequeño. Sus frutos son legumbres esféricas, muy características, y le dan el nombre del epíteto específico sphaerocarpa, que significa "fruto esférico".


La floración se produce en primavera o verano. En cuanto a suelo es una especie indiferente edáfica, muy distribuida por el sur peninsular y abundante en la cuenca del Duero.

Existen gran cantidad de usos tradicionales para esta especie, entre los que podemos destacar en la provincia de Segovia el uso como sonajeros para los niños, ya que sus legumbres estando secas, al moverse imitan ese sonido. También se ha usado para cubrir techumbres, hacer escobas y su madera era buena para leña fina y menuda. El domingo de ramos se utilizaba la Retama de bolas en muchos pueblos, junto con otras especies.


El ganado ramonea bien los tallos jóvenes (conocidos como "vainilla" en algunas zonas), pero los tallos viejos si son consumidos en exceso son perjudiciales para los animales, por lo que únicamente se ven consumidos si la carga ganadera es grande. 

Las fotografías han sido realizadas en Nava de la Asunción, Segovia, donde esta especie es muy abundante. 

Amapola morada (Roemeria hybrida)


La primera entrada del año, se la vamos a dedicar a esta bonita prima hermana de las conocidas amapolas, como es la Amapola morada (Roemeria hybrida), de la familia de las papaveráceas, aunque en este caso no pertenece al género Papaver sp., el género típico de las demás amapolas. 

Se trata de una especie herbácea anual (terófito) que puede llegar a los 50 cm de altura. Presenta bastante pilosidad, hojas pecioladas, lineares y profundamente divididas. Las hojas inferiores se disponen en roseta basal. Las flores son muy llamativas de color violeta, solitarias y formadas por cuatro pétalos con una mancha oscura en la base. 

Florece entre los meses de abril y junio y es una planta muy ruderal, que vive en cunetas, bordes de campos de cultivo y caminos, principalmente sobre suelos básicos. Cada vez es más difícil encontrarla debido al uso de pesticidas y herbicidas en los sitios en los que vive.

La fotografía fue realizada en las laderas calizas de Mata de Cuéllar (Segovia) en la primavera pasada. Espero volver a encontrarme este año otra vez con esta bonita especie. 

Para terminar la entrada, me gustaría dejar un bonito refrán ya que estamos en el día que comúnmente se celebraba San Matías (24 de febrero), aunque esta celebración se ha cambiado de fecha. "Por San Matías, cantan las Gullurías, y se igualan las noches con los días". El refrán hace referencia a que por estas fechas empiezan a cantar las Totovías (Gullurías como se las llama en tierras sorianas) y los días empiezan a ser más largos y tenemos más horas de luz por las tardes. Esperemos que esta primavera nos deje bonitas floraciones con lo cargado de agua que está el campo, aunque en cuanto a temperaturas se esté adelantando todo bastante en este inicio de año, y el frío del invierno, esté brillando por su ausencia.  

Zapatitos (Lamium amplexicaule)


Toca rebuscar en las fotos de primaveras pasadas, ya que las floraciones de este año debido a la sequía han sido bastante pobres. La primavera se ha caracterizado por la escasez de agua y altas radiaciones solares, y las únicas especies que han tenido floraciones un poco más extensas en la tierra de pinares, han sido aquellas más "duras" y comunes, que tienen menos necesidades de humedad.

Una de esas especies bastante comunes es la que conocemos hoy, los Zapatitos o Conejitos (Lamium amplexicaule), con una floración temprana y una distribución prácticamente por toda la península ibérica. Pertenece a la familia de las Lamiáceas. 

Se trata de una planta herbácea anual que puede llegar a los 20 centímetros de altura y está cubierta por una fina pilosidad. Las hojas se distribuyen abrazando los tallos, de ahí le viene el epíteto específico del nombre científico de "amplexicaule", que significa abrazar el tallo (amplexus=abrazo;caule=tallo). Las flores nacen en esos verticilos donde las hojas abrazan a los tallos, son de color púrpura de forma general, aunque como se ve en la segunda fotografía no es raro encontrar floraciones de color blanco. La corola posee dos labios y tienen pilosidad. 


La floración general se produce entre los meses de marzo y junio aunque cada vez es más normal ver floraciones de esta especie en el mes de febrero. Es una especie muy ruderal que habita en bordes de caminos, barbechos, cunetas y en lugares bastante nitrogenados como pastos y herbazales. 

Las fotografías están realizadas en el "Prado de Navaverde" en Nava de la Asunción, Segovia, donde se encontraban floraciones de los dos colores, la primavera del año pasado. 
 

Escoba blanca (Cytisus multiflorus)


La familia de las leguminosas es muy extensa y está representada en la península ibérica por gran cantidad de especies, siendo de gran importancia las grandes extensiones de matorral que existen, como es el caso de esta Escoba blanca (Cytisus multiflorus) que en ocasiones forma grandes extensiones principalmente en la mitad oeste peninsular. Se trata de un endemismo peninsular. 


Es una especie leñosa de porte arbustivo y caduca. Las hojas son simples en la parte superior y trifoliadas en el resto de la planta, mayoritariamente pecioladas. Los tallos y hojas son de color verde glauco, más claro que en otras especies del género Cytisus sp. Presenta flores hermafroditas de color blanco dispuestas a lo largo de las ramillas. Florece  pronto en primavera. El fruto es una legumbre pequeña y aplanada con pelos cortos, como se ve en la siguiente fotografía. 


En cuanto al hábitat requiere suelos silíceos y climas cálidos o termófilos. Se distribuye principalmente por la mitad oeste de la península. 

Uno de los usos que se ha dado a esta especie ha sido para la fabricación de escobas. El término multiflorus de su nombre científico alude a las grandes floraciones que ofrece, por lo que es una buena planta melífera. 

En este caso la fotografía no ha sido realizada en la Tierra de pinares segoviana, sino en los Arribes del Duero, en Vilvestre, en un viaje de la primavera pasada en el que disfrutamos de aquellos maravillosos paisajes y de las floraciones tan impresionantes que presentan siempre las primaveras de la zona. Espero volver pronto.