De nuevo, os presento una especie perteneciente a la extensa y compleja familia de las compuestas, que si os fijáis bien, estos días podemos disfrutar de sus bonitas flores amarillas. En este caso se trata del Cardillo (Scolymus hispanicus).
Se trata de una especie herbácea, perenne (Hemicriptófito) y muy pinchuda que puede alcanzar los 80 cm de altura. Tallos muy ramificados con alas espinosas que segregan un líquido lechoso si se rompen. Las hojas están profundamente divididas en lóbulos con la punta espinosa. Presenta flores hermafroditas en capítulos de color amarillo intenso, las cuáles están rodeadas por brácteas espinosas que sobresalen, como se puede ver en la fotografía.
Es una especie bastante común en la península ibérica y en la provincia de Segovia, la cuál tiene diferentes usos. En nuestra provincia a las flores se las conocía como cardillones y la planta se utilizaba como alimento en primavera, con las hojas tiernas y después de pelarlas y cocerlas, de ahí que otro de sus nombres comunes sea Cardo de comer. El Cardillo llegó a ser bastante apreciado en la tierra de pinares, incluso se vendían en el mercado de Cuéllar. Por otro lado, también se le atribuyen propiedades medicinales, como por ejemplo para mejorar los problemas de estómago, como diurética o para cuajar la leche con el látex que contiene.
Florece de julio a septiembre en condiciones normales, aunque como he dicho antes, estos días la podemos ver con facilidad, ya que es bastante abundante en cunetas, caminos, terrenos removidos y baldíos.
La fotografía ha sido realizada este mes de octubre en el término municipal de Bernardos, provincia de Segovia.
Por aquí las conocemos más como tagarninas. Con un nombre o con otro su belleza está fuera de toda duda
ResponderEliminarQue nombre común tan bonito el de tu zona.
ResponderEliminarUn saludo Joaquín.